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Hace 34 años, se creó el "Convenio de Viena sobre la protección de la capa de ozono" a partir de la confirmación científica del agotamiento de la capa de ozono impulsó a la comunidad internacional a establecer un mecanismo de cooperación para tomar medidas para proteger la capa de ozono. El Convenio fue aprobado y firmado por 28 países, el 22 de marzo de 1985. En septiembre de 1987, esto condujo a la redacción del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono. El mismo tiene como objetivo principal la protección de la capa de ozono mediante la toma de medidas para controlar la producción total mundial y el consumo de sustancias que la agotan, con el objetivo final de eliminarlas, sobre la base del progreso de los conocimientos científicos e información tecnológica.

El Protocolo de Montreal exige el control de casi 100 sustancias químicas en varias categorías. Para cada grupo o anexo de sustancias químicas, el Tratado establece un calendario para la eliminación gradual de la producción y el consumo de esas sustancias, con el objetivo de eventualmente eliminarlas por completo.

El calendario establecido por el Protocolo de Montreal se aplica al consumo de sustancias destructoras del ozono. El consumo se define como las cantidades producidas, más importadas, menos las cantidades exportadas en un año determinado. También existe una deducción por la destrucción verificada.

Las reducciones porcentuales se refieren al año designado como referencia para la sustancia. El Protocolo no prohíbe el uso de sustancias controladas o recicladas existentes más allá de las fechas de eliminación.

Desde hace ya 32 años que, gracias al Protocolo de Montreal, se ha conseguido eliminar el 99 por ciento de los productos químicos que contaminan el ozono a través de los refrigeradores, aires acondicionados y muchos otros productos.

La ONU celebra más de tres décadas de cooperación internacional en la lucha por proteger la capa de ozono y el clima bajo el Protocolo de Montreal e, igualmente, nos recuerda que debemos mantener el impulso para garantizar personas sanas y un planeta saludable.

"En este Día Mundial del Ozono, podemos celebrar nuestro éxito. Pero todos debemos trabajar para conservar estos resultados, en particular manteniéndonos alerta y abordando cualquier fuente ilegal de sustancias que puedan dañar la capa de ozono. También debemos apoyar incondicionalmente la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, que entró en vigencia el 1 de enero de 2019. Al eliminar gradualmente los hidrofluorocarbonos (HFC), potentes gases que calientan el clima, esta enmienda puede evitar aumentos de la temperatura global de hasta 0.4 °C a finales de siglo, mientras se continúa protegiendo la capa de ozono. Si a ello suman acciones para la mejora de la eficiencia energética en la industria de la refrigeración, con el mismo objetivo de reducción de los HFC, podremos lograr mayores beneficios climáticos. ¡Sigamos trabajando y recuperando el ozono juntos!", comparte las Naciones Unidas en un comunicado por la celebración de este día.

Fuente: Organización de las Naciones Unidas.