Foto: Carlos Skerk
El joven que estaba bajo los efectos del alcohol ve, al fondo del colectivo, un hombre dormido que tendría alrededor de 50 años y lo intenta despertar para hacerlo sentar. Durante la salida del centro merlense hasta la entrada al barrio Matera, el menor ha molestado a esta persona que no interrumpía el viaje a los pasajero, pero lamentablemente también le robó las pertenencias. Uno de los que viajaban, le preguntó a los otros dos amigos: "¿Porque no le dicen algo?", luego de que uno de estos les diga: "Le decimos, pero no quiere", el pasajero se hartó y se levanto a calmar al joven y, como se dice en el lunfardo argentino, "ubicarlo", lo mismo hizo otro hombre, pero de forma más directa, haciendo sentar al ladrón. El joven se violento, diciendo que tenia un arma, cosa que no era cierto, y uno de los hombres lo golpeó. El chófer freno el colectivo y bajo al delincuente y a sus dos amigos que tuvieron que volver caminando a casa.
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