Un camerunés, el nuevo refuerzo del Charro

Foto: Deportes Para Todos

Conocé al nuevo refuerzo de Deportivo Merlo: Daniel Alvin Kombi, camerunés, se transformó en el segundo refuerzo para el Charro. Viene de jugar y salir campeón en El Porvenir y tuvo un paso por la selección juvenil de su país. Es defensor y juega por los dos laterales.


¿Cómo surgió esta posibilidad de llegar al fútbol argentino?
-Se dio por un conocido de mi papá, que le dijo que tenía contactos acá. Ese contacto era un tipo que me prometió un montón de cosas y no me cumplió en nada. Cuando llegué, prometió llevarme a River, pero enseguida desapareció y no vino más. Antes de venir acá estuve en España, en una escuelita de fútbol del Español de Barcelona. Fueron apenas seis meses y volví. En ese tiempo mi papá conoció a esa persona. Estaba ese tal Omar que me llevó a la pensión, donde me fue a ver un par de días. La pensión estaba justo enfrente de la cancha de River, pero no tenía nada que ver con el club. Después quería que mi papá le diera plata todos los meses. Le dije que no, porque no era lo que nos había dicho. De un día para el otro no me vio más.

-¿Qué pasó después?
-A Excursionistas me mandó una persona que conocía en la pensión. Me dijo: “Andá de parte mía”. Hice la prueba y quedé, pero no pude jugar, porque no tenía la visa. Me empecé a mover para tener algo para vivir. Me fui desarrollando y empecé a estudiar técnico químico.

-Estás sólo aquí, ¿te gustaría traerte a tu familia?
-Si tuviera la posibilidad, sería muy bueno. Tengo a mis viejos y a cuatro hermanas y un hermano que necesitan trabajar, porque en Camerún es muy complicado.

Sufrió la discriminación
“El otro día volvía de estudiar. Al lado del colectivo en que viajaba se puso otro. Allí había dos jóvenes que me empezaron a escupir, de la nada. Yo tenía la ventanilla cerrada, pero me llamó la atención cómo lo hacían”, es una de las tantas anécdotas que Daniel vivió en esta tierra. ¿Y en la cancha? Le ocurrió lo mismo. Al respecto contó: “El  técnico de Quilmes de Tres Arroyos me dijo: ‘Eey mono, anda a comer bananas’. Con los jugadores no hubo problemas”.

“Nunca pasamos hambre”
Como en todo país africano, en Camerún hay mucha pobreza. Se siente orgulloso cuando habla de sus padres y aclara que su presencia en el país era por el deseo de progresar ya que“por suerte de chico nunca pasamos hambre con mis hermanos”. Daniel nos explica que tener un trabajo en su patria no es cosa sencilla. “Allá no podés trabajar sólo con el título de la secundaria. Para poder sentarte en una oficina necesitás hacer un máster”.

FUENTE: Merlo A Diario, Don Balon

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